Y a partir de ese momento todo cambia, aparece los miedos y no querer luchar..atravesarlos...aferrarte a su recuerdo. Y encontrar entre los recuerdos una foto. Esa imagen que llegó a decir tanto de los dos, aquellas dos sonrisas que se prometieron amor eterno y como la mayoría de las promesas acabó sin cumplir. Y caer sobre ese momento de felicidad, ahora pasado a la historia. Una lágrima. y luego otra. Y aquella risa convertirse en llanto. Mas tarde quedarse dormida con la foto en el pecho. Apretándola fuerte contra los látidos de su corazón. Como si así consiguiera acercarse un poco más a aquellos momentos, ahora tan lejanos...Y pasar días y días...meses quizás, hasta años.

Poco a poco esa foto a envejecido. Se ha roto volviendose amarillenta, ha perdido su valor. Ha vuelto a la caja de recuerdos, de donde nunca tuvo que haber salido.
Porque eso es. La única cosa verdaderamente importante, la única cosa que cuenta de verdad es darle sentido a la vida aunque esta carezca de sentido.
Aquella foto que la acompañaba en sus peores noches ha sido sustituida por alguien grande. Un ángel quizás. esa persona que la ama de verdad. ese que le dice ¿que importa? no puedes saber lo que pasará después...lo que importa es amarse y basta ¿no? aquella persona que le dice que los grandes sueños nunca mueren, del mismo modo que las nubes regresan tarde o temprano...la que le  recuerda que lleve un sueño en los ojos.