jueves, 1 de marzo de 2012

si me quedo a oscuras, luz de la locura ven y alumbrame.

Oscuridad. Oscuridad y más oscuridad. Silencio, demasiado. De fondo: el sonido de la vida callejera, pero eso era secundario. Dos cuerpos: él y ella. Mismo ritmo, quizás como si bailasen, al mismo compás: arriba y abajo. Besos, respiraciones entrecortadas. Corazones que se aceleran, mentes que se paralizan. Pasión. Sentir que el límite está más allá del cielo. Y llegar más allá de lo imaginable. Explosión. Éxtasis. Suspiros que armonizan el ambiente, susurros de te quieros, caricias de deseos. Sueños por cumplir. Locura en estado puro. Parar el mundo y sentirte protagonista. Amarlo, con todas tus ganas. Amar cada centímetro de su cuerpo, cada lunar de su piel. Amar cada sonrisa y cada mirada. Amarlo y punto
Y de repente tranquilidad, relajación...
Una voz exhausta que dice: Quiero hacerte el amor una y otra vez. Y así, mil veces.

1 comentario:

  1. Un relato sorprendente, llena de sentimientos. En el que se funde los sueños con la vigilia.

    Un beso grande.

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