viernes, 17 de junio de 2011

imposible; improbable...

La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para  llegar a ser o suceder y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.
Puestos a escoger a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo... La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la ética.
Que David ganara a Goliat era algo improbable; pero sucedió, un afroamericano habitando la casa blanca era improbable; pero sucedió, Nadal desbancando del número uno a Federer. El 12-1 contra Malta. Una periodista convertida en princesa era improbable, pero también sucedió.
El amor, las relaciones, los sentimientos no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable, lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entres mil millones de que pase: vale la pena intentarlo.Hay momentos en la vida en que solo una desición en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides disparar a alguien, decides quererlo, cuando decides tirar hacia delante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea.
Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz. Podrá hacer de tí un héroe o un criminal. Podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar del cual no podrás volver atrás.

El texto no es mio, pertenece al últimpo capitulo de una serie de la tele.
Pero me gustó mucho y sentí la necesidad de ponerlo aquí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario