jueves, 17 de mayo de 2012

rozando tu boca junto a la mia

Es el momento de cerrar los ojos. Relajarte, respirar hondo incluso. Luego dejar la mente en blanco y contar hasta diez. Y justo en el segundo último dejar que un recuerdo te atrape, cualquiera. Disfrútalo. Porque tú me has enseñado a esto: A absorber cada instante junto a tí, exprimiéndolo al máximo y mientras grabarlo en mi cabeza, cada detalle. Para repasarlo una y otra vez, cuando me hagas falta. Cuando te necesite.
En el segundo diez a mi cabeza viene tu sonrisa, tus ojos brillantes y tu mirada pícara. Tus te quieros se repiten una y otra vez, con esa voz tan dulce y casi formando una cordial melodía. En el segundo diez se apodera de mí una sensación de tenerte aquí, juntos. En ese último segundo lo único que quiero es recordarte lo feliz que soy, lo mucho que te quiero. Y después, una vez que abro los ojos se dibuja una gran sonrisa y compruebo una vez más que se puede llorar también de alegría.
Gracias, incondicionalmente. Por ser así, y solo por eso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario